¿Qué hacer si se te cae la copa dentro del inodoro?
Imagina esta situación: estás en el baño cambiándote la copa menstrual. Ya la has vaciado y de repente se te cae al inodoro. ¡Pasa mucho más a menudo de lo que crees!
Pero ¿y ahora qué? ¿Hay que cambiarla por otra o puedes volver a usarla? A continuación te damos algunos consejos al respecto.
¿Cómo se me ha caído?
Las copas son resbaladizas y hay muchas probabilidades de que se caigan. Por eso te recomendamos tener las manos limpias y secas al quitarte la copa menstrual.
Para evitar problemas puedes usar una copa menstrual con una anilla de la que puedas tirar (como Lily Cup One). Pero si la copa menstrual que estás usando no tiene anilla, asegúrate de poner la otra mano debajo para cogerla si resbala al ponértela o quitártela.
A veces también se puede caer al inodoro cuando vas al baño. Para solucionarlo puedes quitarte la copa antes o, si te pasa más de una vez, quizá deberías cambiar el tamaño de tu copa.
Se me ha caído al inodoro, ¿qué hago ahora?
Lo más importante es que no vuelvas a ponértela justo después de cogerla (sonará obvio).
Si se te ha caído la copa menstrual al baño, o incluso si ha estado en contacto con la taza del váter o inodoro, ha llegado la hora de tomar una decisión.
Aunque las copas menstruales se pueden (y deben) esterilizar, hay que tener en cuenta que si no está bien esterilizada puede ser un foco de bacterias.
A no ser que introduzcas la copa menstrual en una máquina de esterilización médica que te garantice una desinfección al 100 %, siempre hay una exposición mínima a las bacterias E. coli y al Staphycoccus.
¡Y eso solo en el váter de tu casa! Si se te cae la copa menstrual en un baño público puedes exponerte a virus más graves, como la hepatitis o el norovirus.
¿Tengo que comprarme una copa nueva?
Hay muchas mujeres que esterilizan la copa, vuelven a usarla y «aquí no ha pasado nada». Y, efectivamente, no les pasa nada.
Si te decantas por esa opción, debes hacerlo así:
Sumerge la copa menstrual en agua hirviendo.
Déjala 20 minutos.
Asegúrate de que no toca el fondo de la cacerola colocándola sobre otro objeto, como un colador.
Se trata de una decisión totalmente personal. Si no te fías de saber esterilizar correctamente la copa, lo mejor es que compres una nueva. Las dos opciones son más que válidas.
